El temporal disparó su consumo hasta quedarse sin combustible suficiente para alcanzar su destino, Rotterdam, por lo que optó por realizar una breve escala en Vigo para repostar. Pero nada más adentrarse en la ría tras varias semanas de una larga travesía iniciada en Venezuela, los problemas del remolcador de bandera holandesa Eddy 1 acabaron mutiplicándose. Por surcar aguas nacionales sin ondear la obligatoria bandera española, la Guardia Civil lo denunció ante Capitanía Marítima y esta, como resultado de la visita a bordo de sus inspectores, ordenó su detención e inmovilización por "graves" deficiencias relativas a la seguridad del buque, de la navegación y de sus cinco tripulantes que viajaban además con alimentos escasos para una travesía iniciada en Venezuela.

La resolución de Capitanía Marítima de Vigo se produjo este martes una vez recibido el informe de los funcionarios que practicaron una inspección rutinaria a bordo del Eddy 1 en virtud del Tratado de París MOU, la organización internacional que vela por la calidad del funcionamiento de los buques que transitan por aguas de 27 países costeros. De 30 metros de eslora por 12 de manga, lo detectado por los inspectores en este remolcador resulta chocante para un casco botado en 2014 abanderado en un país comunitario y a la vanguardia marítima como Holanda.

Entre las carencias observadas muchas son técnicas aunque figuran también las documentales como la falta de una certificación válida o de un seguro de responsabilidad civil del armador. Otras describen cierto abandono en materia de seguridad por sus deficientes dispositivos de salvamento y de lucha contraincendios. Aunque de la larga lista de fallos llama la atención los que afecta directamente la tripulación. Viajaban con víveres escasos, o cuando menos, los alimentos inventariados se consideran insuficientes para el número de tripulantes y la ruta emprendida. Respecto a las condiciones laborales de esta tripulación -croatas, en su mayoría- también la resolución de Capitanía añade incumplimientos del Convenio Internacional sobre el Trabajo Marítimo.

Todas estas infracciones reciben la consideración de "graves" por lo que la sanción al armador podría alcanzar los 50.000 euros. Sobre la nacionalidad holandesa de la armadora parece que no hay dudas como sí existen todavía sobre la bandera. Hasta se baraja un abanderamiento en Panamá o Venezuela, donde el remolcador trabajó el último año en distintos puertos.

Atracado en el muelle de Comercio, la consignataria Noroeste Shipping está en permanente contacto con el propietario del Eddy 1, su sociedad de clasificación Bureau Veritas y con la Administración Marítima Holandesa con el objetivo de acelerar la subsanación de los fallos descubiertos para acreditarlos ante Capitanía Marítima. Sin embargo, fuentes al tanto del caso prevén que la estancia en Vigo del Eddy 1 "podría ir para largo".

A modo de referencia recuerdan que el último buque inmovilizado tras una inspección del MOU, la del quimiquero de naviera canadiense y con bandera de Islas Marshall Alsterstern hace justo un año, se pasó un mes retenido en Areal. Rescatado a 70 millas al oeste de Ons, este mercante de 161 metros no logró el permiso para zarpar de Vigo hasta corregir todos y cada uno de los fallos descubiertos que constituían un "peligro" para la seguridad en la navegación.